
Todo lo que había callado se había convertido en espinas. Delgadas, punzantes, libres, como si en su interior durmiera tan solo deseo de hablar, como si las palabras guardadas se manifestaran a pesar del silencio.
Todo lo que había callado se había convertido en espinas. Delgadas, punzantes, libres, como si en su interior durmiera tan solo deseo de hablar, como si las palabras guardadas se manifestaran a pesar del silencio.