
Lanzaba palabras urticantes, las sostenía unos instantes en los bordes de su boca, como si masticara las consecuencias.
Sobre su piel, una espina de silencio profundizaba la herida.
Lanzaba palabras urticantes, las sostenía unos instantes en los bordes de su boca, como si masticara las consecuencias.
Sobre su piel, una espina de silencio profundizaba la herida.