
Sus palabras resbalaron hacia adentro, fecundas; las bocas cerradas, un imperceptible balanceo del viento.
Y en esa oscuridad sonora, la lenta transformación de las letras, como si fueran el origen de un vocablo nuevo.
Sus palabras resbalaron hacia adentro, fecundas; las bocas cerradas, un imperceptible balanceo del viento.
Y en esa oscuridad sonora, la lenta transformación de las letras, como si fueran el origen de un vocablo nuevo.